Tokio, 8 de agosto. Fueron 16 días de intensas competencias, donde el espíritu y los valores del olimpismo brillaron en cada una de las sedes. Los Juegos Olímpicos Tokio 2020 llegaron a su fin hoy con una emotiva Ceremonia de Clausura que estuvo a la altura de lo que fue, quizás, la cita más desafiante de la historia por las circunstancias en las que se organizó.
En medio de toda esa fiesta, un puñado de peruanos, guiados por la bandera blanquirroja flameada por la karateka Alexandra Grande, nos representó con orgullo, dándonos un mensaje de esperanza y mostrándonos que en medio de todas las dificultades afrontadas durante los últimos meses, unidos podemos salir adelante.
La Clausura tuvo, en un inicio, un mensaje de fiesta y celebración por todo lo vivido durante las dos semanas previas, para pasar luego a emotivos agradecimientos al país sede por acoger los Juegos Olímpicos y organizarlos de gran manera, aún con todas las condiciones adversas que se presentaron. A pesar de las restricciones propias de la pandemia, los organizadores se las ingeniaron para que en la Ceremonia no faltara nada: desde música ancestral y tradicional japonesa, hasta una fiesta organizada en Paris, a miles de kilómetros del Estadio Olímpico de Tokio.
“Nos inspiraron con el poder unificador del deporte, es incluso más destacable con los desafíos de la pandemia. En estos momentos tan difíciles dieron al mundo el más precioso de los regalos: esperanza”, apuntó Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, en sus palabras de cierre antes de declarar por concluidos los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
El apagado del fuego olímpico puso punto final a una noche llena de sentimientos encontrados, donde la tristeza por los Juegos que terminan se mezclaron con la ilusión de reencontrarnos, nuevamente, en Paris 2024. Hacia allá vamos.
Fotos: @talivargasc, cortesía de @diariorecordpe.