San Luis, 6 de mayo. Desde 1972, cuando los Juegos Olímpicos se llevaron a cabo en Múnich, comenzó una tradición celebrada por grandes y chicos. Cada cita ha tenido una, a veces dos y en ocasoines más mascotas distintas, que le han dado un colorido muy especial a cada encuentro con los mejores deportistas de todo el mundo.
El perro Waldi fue la mascota de los Múnich 1972. Se trata de un "salchicha" colorido.Montreal, cuatro años después presentó a un castor, llamado Amik. Pero fue Mocsú 1980 el que impuso a su oso Misha la mascota que emocionó, incluso a aquellos que no asistieron por temas del boicot. Su autor fue el ilustrador de libros para niños, Víctor Chizikov.
En Los Ángeles 1984 encargaron el diseño a Walt Disney quienes presentaron a Sam, el águila calva. le siguió el tigre Hodori en Seúl 1988, uno de ls animales más representativos de la tradición y los cuentos populares surcoreanos.
Cobi encandiló a una generación ara barcelona 92 ,con una mascota que llegó incluso a tener una serie de dibujos animados en televisión. Izzy fue la de Atlanta 96, que reunía una serie de figuras, pero que no tuvo el impacto de sus predecesoras.
Y en Sydney 200 llegaron los amigos Olly, una cucaburra, así bautizada por la palabra Olimpiada; Sid, un ornitorrinco que recordaba la ciudad de los Juegos, Sydney; y Millie, el equidna, cuyo nombre representaba el nuevo milenio. Cuatro años después, en Atenas, se presentó a Athenà y Phèvos, cuyos nombres provienen de dioses de la mitología griega: Atenea, protectora de la ciudad, y Febo, dios de las artes y el deporte.
Cinco mascotas, cuyo conjunto se llamó Fuwa, fueron las que se crearon para los Beijing 2008. Beibei, un pez azul; Jingjing, un panda; Huanhuan, una antorcha roja; Yingying, un antílope tibetano; y Nini, una golondrina verde.
Dos gotas de acero, Wenlock y Mandeville, acompañaron Londres 2012 mientras que Vnicius fue el de Río 2016.
Hoy todos esos recuerdos forman parte de la gran colección de los fanáticos de la historia de los Juegos.