San Luis, 29 de mayo. Él no llegó a medir la consecuencia de lo que hizo. Aún cuando la vida misma de Spyridon Louis no fue la misma después que en el último día de los Primeros Juegos Olímpicos de la Era Moderna, en #Atenas1896, ganara la prueba de maratón, sobre una distancia aproximada de 40 kilómetros y que se corría por primera vez en la historia.
Louis, un pastor nacido en Marousi, se había preparado en forma rudimentaria cuando fue reclutado para correr en esos Juegos. Él estaba cumpliendo el servicio militar y en los días de permiso, corría de regreso a su pueblo natal -ubicado a unos 20 kilómetros- para cumplir una promesa con su familia y con su novia. Ese fue el "entrenamiento" que tuvo.
Empleó dos horas, 58 minutos y 50 segundos para el trayecto despertando el interés de los curiosos pobladores a lo largo de la ruta y exlotando de emoción a los casi 70 mil aficionados presentes en el estadio del Panathinaiko, el escenario de mármol blanco ubicado en el centro de la ciudad, sede de las competencias atléticas de aquel entonces.
Fue la única maratón que corrió Louis en su vida, pese a convertirse en un héroe griego y recibir numerosos premios. Hasta ese momento, los griegos no habían podido imponerse en ninguna prueba atlética, dominada principalmente por los estadounidenses.
Su éxito llamó la atención del entrenador de la selección de Estados Unidos, que era de Boston. Él, a su regreso, estableció al año siuiente (1897) la Maratón de Boston, la más antigua que se disputa hasta la fecha. Hoy la prueba de maratón es una de las más ambiciosas para los aficoinados corredores que buscan vencer sus propios límites para cubrir una distancia de 42 kilómetros y 195 metros.