San Luis, 21 de enero. A 183 días para la inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio, Japón se encuentra pasando por una nueva ola de la COVID-19, según el primer ministro Yoshihide Suga. A pesar de ello, el Comité Olímpico Internacional (COI) y los organizadores de los Juegos ya piensan en un protocolo para asegurar el certamen.
Los planes del protocolo incluyen la entrada en la Villa Olímpica a los deportistas cinco días antes de que empiecen a competir, así como su salida 48 horas después de que termine su participación. De esta forma, se busca que el número de personas que estén en la Villa Olímpica al mismo tiempo sea el más reducido posible. Esta disposición también disminuiría la cantidad de asistentes tanto en la ceremonia de inauguración como en la clausura.
La idea es entonces, convertir la Villa en una especie de burbuja en la que los atletas solo vayan a los lugares de entrenamiento o competencia. Asimismo, se organizará que en todas las zonas comunes haya controles de temperaturas. Por otro lado, se procederá a realizar pruebas PCR a los integrantes de las delegaciones cada 3 o 5 días.
Dadas las circunstancias internacionales con las vacunas entregadas a los países, no se piensan pedir para la realización de los Juegos. Pero el COI no descarta la posibilidad de poder vacunar a los deportistas más adelante, si la situación lo requiere.
Recordemos que este aumento de casos de coronavirus en Japón vino acompañado con la considerable reducción del apoyo de Japón hacia los Juegos. En una reciente encuesta realizada por la agencia Kyodo, el 80% de los encuestados preferiría la cancelación o el aplazamiento de la cita olímpica una vez más.