San Luis, 12 de junio. Los Juegos Olímpicos han ido más allá de ser solo un espectáculo deportivo de alto nivel. Desde sus inicios, muchas hazañas celebradas en estas citas o el difícil proceso para llegar a ellas han sido retratada a través de la magia del cine. Hoy te contaremos detalles acerca de tres películas inspiradas en los Juegos Olímpicos.
En el 2016 se estrenó una película basada en la vida del gran corredor, Jesse Owens. Dirigida por Stephen Hopkins, el filme nos hizo retroceder en el tiempo para llegar a los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, cita en la que James Claveland Owens -más conocido como Jesse Owens, un atleta afroamericano de Estados Unidos- logró ganar cuatro medallas de oro.
La cinta nos relata la vida de un joven afroamericano que es víctima de comentarios racistas tanto por su propio equipo, como por la sociedad, una en la que la superioridad aria marginaba a las personas de tez morena. Pese a todos los obstáculos, Owens logra cruzar la línea de meta en cuatro ocasiones, desafiando así las creencias de la época. Si tienes tiempo, échale un vistazo.
Y ya que estamos ubicados en Alemania, este país también ha sido utilizado para otro film. Interpretada por Erick Bana y Daniel Craig, en el 2005 se estrenó Munich, filme que desarrolló el seguimiento del comando Mossad hacia los terroristas que asesinaron a varios atletas y entrenadores del equipo de Israel durante los Juegos Olímpicos Munich 1972. Ya había pasado la primera semana de competencia de los Juegos cuando el grupo terrorista conocido como Setiembre Negro ingresó a la Villa Olímpica y tomó como rehenes a once atletas y entrenadores del equipo de Israel. Si la acción es lo tuyo, este filme es para ti.
Una película con menos acción, pero bastante buena es Carrozas de fuego, cinta que fue galardonada con cuatro premios Oscar. Este filme nos cuenta la vida de Harold Abrahams y Eric Lidell en su preparación para los Juegos de París en 1924. Ambos son dos atletas británicos, Eric es un escocés cristiano que goza del cariño de la gente por su simpático carácter y su fuerte vínculo con la iglesia reformada de Esocia.
Por su parte, Harold es un escocés judío de buen carácter, pero que no cuenta con el aprecio del público y presenta un complejo de inferioridad social. Él reconoce en el atletismo, una oportunidad para sobresalir y junto a Eric Lidell forman parte del equipo británico que compite en Paris.