Lima, 4 de febrero. Encontró el balance “perfecto” para destacar en el deporte, sin descuidar los estudios. Su romance con el Taekwondo Poomsae nació en las aulas del colegio, a muy corta edad. Ahora, Marcela Castillo tiene 27 años, es ingeniera industrial y una destacada atleta que recorre el mundo representando al Perú. Aunque por la pandemia, ha dejado los viajes de lado.
El valor de la perseverancia pinta de cuerpo entero a esta deportista. Sacó tiempo de donde no tenía para competir en el alto rendimiento, mientras trabajaba en su sueño de convertirse en una profesional de la ingeniería.
Se graduó en el 2016 y, con esa misma fuerza que la caracteriza, obtuvo el subcampeonato en el Mundial de Taekwondo Poomsae, en la categoría senior femenino. Su empuje y determinación la llevaron después a conseguir la medalla de plata en los Juegos Panamericanos Lima 2019.
“Supe priorizar mi tiempo y me llena de orgullo saber que mi vida sirve de inspiración para más jóvenes que comparten su tiempo entre las aulas y el deporte. Le entregué todas mis energías al Taekwondo. Fue un camino largo y difícil, pero la recompensa es más grande”.
Aunque la pandemia le arrebató la posibilidad de participar en el Mundial de Taekwondo Poomsae de Dinamarca, en mayo del año pasado, Marcela Castillo continúa preparándose para asumir más retos.
“Fui a Corea para prepararme de cara al Mundial. Las fronteras se cerraron y estuve cerca de cuatro meses lejos de mi país. Sin embargo, nunca perdí la fe y tampoco dejé de prepararme”, cuenta.
EL ESFUERZO TRAE RECOMPENSAS
Obtener una medalla de plata en los Juegos Panamericanos Lima 2019 significó un punto de quiebre en la carrera de Marcela Castillo. Por las calles la reconocen y hasta se atreve a firmar autógrafos. Precisamente, esa humildad y espíritu ganador sirvieron para que otras personas se animen a practicar el Taekwondo Poomsae.
“Lima 2019 fue una experiencia grande, más grande de lo que había imaginado. Tenemos infraestructura de primer nivel. Realmente, no tenemos nada que envidiar a otros países de primer mundo. Se nota que todo se mantiene en favor de los deportistas. Es un lujo y eso nos motiva a entrenar más”, destaca.
Poner en vitrina al Taekwondo Poomsae y ser considerada una de las mejores del mundo fue un gran reto para Marcela Castillo. Sin duda, nada de esto hubiera podido conseguir sin el apoyo de su familia.
“Ellos estuvieron en los buenos y en los malos momentos. Me apoyaron mucho a lo largo de estos años. Gracias a ellos he podido lograr todo lo que me propuse”, asegura.
Ostentar los Laureles deportivos en el grado de “Gran Oficial”, ser medallista de oro en los Juegos Bolivarianos de Trujillo (2013) y subir a lo más alto del podio en los Juegos Bolivarianos de Santa Marta (2017), se han convertido en los motivos para que Marcela Castillo mire con optimismo su carrera deportiva.
Ya estuvo cerca de consagrarse campeona mundial en el 2016, tras obtener la medalla de plata. Pero el deporte da revanchas y ella espera volver a tener la suya. Mientras tanto, su vida transcurrirá entre el trabajo, los cursos de especialización y los entrenamientos.