San Luis, 27 de mayo. Los de Tokio serán los “Juegos Olímpicos del futuro”, pues se llevarán a cabo en una ciudad con 30 millones de habitantes que parece más salida de una película de ciencia ficción que de las que estamos acostumbrados a ver en esta parte del mundo. A continuación, los secretos que envuelven a la ciudad sede del evento deportivo más grande a nivel mundial.
La gastronomía es un punto a resaltar, y dejará satisfecho hasta los paladares más exigentes. En los diferentes barrios, se pueden encontrar restaurantes que demuestran porqué la comida japonesa es considerada una de las mejores del mundo.
Tokio combina la modernidad de sus imponentes calles y edificios con los templos milenarios, sus monjes y las estatuas jizo, tan tradicionales del país asiático.
Los inodoros son inteligentes, y los monorrieles tan silenciosos como los motores de la enorme cantidad de autos híbridos o de pila alimentada a hidrógeno que recorren sus calles. La pulcritud y orden japoneses se ponen de manifiesto al ver la vía pública impecable, en la cual, paradójicamente, no se observan cestos para la basura.
También habrá robots en Tokio 2020, los cuales cumplirán roles importantes en la competencia y en la organización.
La vida nocturna atrae la atención de todo visitante con sus famosos karaokes y sus tragamonedas, los cuales se valen de la tecnología para innovar constantemente y sorprender a los visitantes. Sorpresa que también se llevarán al ver decenas de adolescentes cosplay recorriendo las calles de la capital japonesa.
A poco más de un año del inicio de los Juegos, la ciudad ya respira olimpismo. La gran mayoría de taxis llevan el logo de Tokio 2020. Los locales de merchandising oficial asoman por todos lados, así como las simpáticas figuras de las mascotas Miraitowa y Someity..
Además, la preocupación por el cambio climático será una prioridad en Tokio 2020. Se buscará reducir al mínimo las emisiones de dióxido de carbono, maximizar el uso de energías renovables, racionalizar el uso apropiado del agua y alcanzar la meta de basura cero, todo dentro de una política que celebrará la diversidad, la igualdad de géneros y la defensa de los derechos humanos y del medio ambiente.