Río de Janeiro, 16 de agosto
Una soleada mañana acompañó cada brinco y trote del corcel de nueve años, de los más jóvenes en la prueba que constaba en superar un circuito -diferente al de la primera ronda- con 13 obstáculos entre verticales, extendidos y rías (estanques).
El binomio nacional debutante en unos Juegos Olímpicos rozó e hizo caer las varillas puestas a 60 centímetros del suelo en cuatro saltos, que les significaron un saldo negativo de 16 penalidades. De esta manera se ubicó en el lugar 56 de esta fase, que solo entregó 40 cupos para la tercera y última ronda de este viernes, cuando se definirán a los medallistas.
"Estoy contento con la participación pero siento que pude tener un mejor desempeño. Cometí faltas innecesarias y además el caballo es muy joven, requiere de más experiencia y el circuito era muy complicado, quizás necesitaba más tiempo para adaptarse", expresó Alonso Valdez, de 38 años, quien viajará a Europa para continuar su preparación con vistas al ciclo olímpico que acaba de comenzar y donde "Lima 2019 será el gran reto para conseguir una medalla", apuntó.
Su traje rojiblanco, de procedencia italiana, pero con evidente alusión a los colores nacionales será uno de los elementos que más se recordarán de la primera presencia de un deportista ecuestre peruano en la máxima cita multideportiva, la que permanecerá en la memoria de la decena de peruanos que soportaron el sol en la tribunas del complejo ecuestre construido para los Juegos Panamericanos del 2007 y remodelado para Rio 2016. "Agradezco por el apoyo a los peruanos que han podido venir a verme aquí", manifestó Valdez.